Vuelta a la oficina: 3 aspectos a tener en cuenta
Con las Navidades a la vuelta de la esquina, los datos de la incidencia del coronavirus siguen mejorando. Con ello, algunas empresas se han planteando ir programando la vuelta a la oficina.
Ninguna comunidad autónoma está por encima de los 400 contagios por cada 100.000 habitantes. Así, parece que el virus está estabilizado. No obstante, las fiestas navideñas no serán como las conocemos y el Gobierno ya ha preparado un plan para ello.
A la espera del efectos de estas medidas, así como la repercusión de las reuniones familiares o las aglomeraciones vistas en las calles de las principales ciudades, algunas empresas empiezan a ver la luz para ir pensando en una vuelta a la oficina. Sin embargo, hoy hemos querido hacer un repaso de las recomendaciones de los expertos a la hora de hacerlo:
1. Primero, cautela.
El virus ha demostrado que, aunque la situación parece controlada, la relajación de la población puede debilitar la eficacia de las medidas.
Un nuevo pico de contagios es lo que muchos expertos esperan en los próximos meses, y vaticinan incluso que llegará antes que la vacuna.
Enero y febrero, especialmente, serán meses importantes por dos aspectos: se comenzarán a notar los efectos de la resaca navideña y el frío apretará, haciendo que la gripe común o los resfriados debiliten aún más a los más mayores y confundan a la población general.
Por tanto, tener un plan de vuelta a la oficina no está de más, pero es importante hacerlo flexible y dinámico, para que sea moldeable a los posibles, y esperados, cambios que vienen. Planificar dejando abierta la fecha y las medidas que puede imponer el Gobierno serán las claves.
2. Segundo, una buena planificación.
En marzo, el virus nos pilló a todos sin ningún tipo de experiencia. Hoy día, sabemos más o menos cómo puede llegar a comportarse, conocemos la importancia del comportamiento de la ciudadanía y tenemos presente qué medidas tanto obligatorias (uso de mascarillas), como opcionales (uso de guantes) son fundamentales para tener al covid a raya.
Este conocimiento se puede poner en práctica en la elaboración del plan de vuelta a la oficina. Ser minucioso con las medidas marcará la diferencia. Los aspectos fundamentales pasarán por velar por el aforo adecuado, realizar test a los empleados antes de la vuelta, desinfección y limpieza varias veces al día, mascarillas y gel hidroalcóholico a disposición de los empleados, ventilación constante, eliminación de servicios comunes, fomento del uso de material personal e individualizado, apostar por medidas de conciliación y flexibilidad y priorizar personal de riesgo, entre otros.
A pesar de tener más o menos claro el proceso, todas las empresas deberían buscar documentos oficiales facilitados por el Gobierno, así como guías de buenas prácticas y ayuda emitidas por parte de los sindicatos. La clave de estos documentos será su actualización constante y la particularidad de cada oficina y puesto de trabajo.
Los máximos responsables de la empresa, junto con los directores de departamento deben compartir con el resto de la compañía el plan de vuelta a la oficina, haciendo uso de los canales de comunicación interna y poniendo a disposición de los empleados una personas de ayuda, en caso de dudas o cuestiones.
Por otro lado, los empleados deben conocer con tiempo suficiente la fecha y modo de la vuelta a la oficina, para poder organizarse en su ámbito personal.
3. Tercero, de manera progresiva y humana.
Ya hemos visto cómo la flexibilidad y el dinamismo son dos condiciones que el propio contexto nos obliga a tener presente. Por ello, hacer la vuelta a la oficina de manera escalonada, paulatina y progresiva puede ser una muy buena elección.
Hacerlo, no solo reporta beneficios en turnos, aforos y medidas de personal. Sino que, además, daremos margen a los empleados para volver a la nueva situación.
Aunque parezca que volvemos a la oficina, que ya es conocida por los empleados, las condiciones de vuelta son diferentes a las de unas vacaciones:
- puede haber miembros nuevos en el equipo que no conocen la oficina. Asegurarse de que reciben un tour para conocerla hará que se sientan más cómodos.
- puede haber compañeros que han perdido a un ser querido estos meses. Conocer su situación y ver si necesita ayuda por parte de la empresa, jefe o compañeros es fundamental.
- puede haber compañeros que sufran más los cambios. Escucharles y dotarles de los recursos necesarios para su comodidad hará que se sientan mejor.
- puede que a muchos el teletrabajo les haya pasado factura. Implantar medidas progresivas y de combinación de ambas modalidades de trabajo puede ser de gran ayuda.
- puede haber empleados que emocionalmente no se encuentren bien. Tener en cuenta su situación es vital para su vuelta a la rutina que ya olvidaron.
En marzo, ya nos tocó recoger a todo correr y hacer sitio en casa para uno o varios escritorios. La brusquedad de la situación, sumada al miedo percibido, así como a la falta de tiempo para organizarse en el ámbito personal deterioró la capacidad de resiliencia de muchos.
En esta ocasión, tenemos la oportunidad de hacerlo más fácil y llevadero.
Deja un comentario