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Con todo el país fuera de fase 1, la desescalada va cogiendo ritmo. El comienzo de la nueva normalidad va sintiéndose en calles y barrios, los cierres de los comercios suenan y el ajetreo en las aceras y carreteras es evidente.

Hoy queremos ver qué hechos están siendo protagonistas en este nuevo proceso, tan ansiado como difícil para muchos:

 

1.El teletrabajo ha venido para quedarse

El mes de marzo de este año marcó un antes y un después en lo que a organización empresarial se refiere. Con la llegada del Estado de Alarma, las empresas tuvieron dos alternativas: acogerse a los ERTE como solución ante la parada de actividad y movilidad o implantar el teletrabajo como alternativa laboral, siempre y cuando el negocio lo permita.

La transformación digital era una asignatura pendiente para muchas empresas actuales y, lo cierto, es que tenemos que asumir que ni la cultura empresarial ni la presión de CEOs o empleados ha provocado el cambio, sino el coronavirus.

 

 

El aprendizaje que nos aporta el teletrabajo como alternativa hace que poco a poco se empiece a considerar como el sustituto más adecuado de ahora en adelante, tal y como han demostrado empresas como Twitter o Facebook.

Los argumentos oscilan desde la reducción de costes y la conservación de la productividad hasta la conciliación con la vida personal y la falta de necesidad de transporte público.

 

2. La economía se reactiva

Esta crisis sanitaria ha golpeado fuertemente a la economía (aquí puedes ver su impacto sector a sector), sobre todo a actividades como: hostelería, confección de ropa, juegos de azar, actividades deportivas y artísticas, agencias de viaje, venta y reparación de vehículos y fabricación de muebles sufren la mayor pérdida de empleo.

En la otra cara de la moneda, entre los menos afectados se encuentran la agricultura, ganadería y caza, así como empleo doméstico o productos farmacéuticos, entre otros.

Sin embargo, todos ellos van superando las adversidades y atravesando la desescalada con reactivaciones en sus correspondientes sectores. La mejor manera de verlo es analizar su capacidad de contratación, es decir, la reducción de ERTEs. Y es que unas 400.000 personas han recuperado su puesto de trabajo estos días de vuelta a la normalidad.

 

 

En esta reactivación de la economía, el papel del turismo es clave. Si bien ha sido uno de los grandes damnificados de esta crisis, es en él donde reside la esperanza del motor económico de nuestro país. La apertura de bares, restaurantes y hoteles, así como la activación de vuelos o discotecas son la vía para conseguirlo

A pesar de las buenas noticias, el Banco de España ha contemplado 3 posibles escenarios de recuperación económica; en el mejor de ellos, el PIB habrá caído un 9%. 

 

3.El consumo fuera de casa vuelve

De manera aún paulatina, el consumo fuera de casa ha crecido ya un 44% (respecto al dato acumulado del periodo anterior), gracias a la apertura de comercios en el proceso de desescalada.

Las señales de mayor actividad outdoor son claras: mayor gasto de la tarjeta en compras presenciales o la recuperación de la retirada de efectivo en cajeros.

 

 

Sin embargo, aún no se han recuperado los valores pre-pandemia y es que factores como la pérdida de empleo, el miedo a la compra presencial o el descubrimiento del delivery y el take away hacen que quizá los hábitos de consumo cambien en este nueva normalidad.

 

4. La televisión se ve algo menos y la actividad y contenidos en redes sociales varían

En la cuarentena, uno de los cambios más significativos que observamos fue el aumento en el consumo de televisión, junto con las redes socialesInternet, debido al confinamiento.

Las medidas de la desescalada hacen que los ciudadanos hagan más vida fuera del hogar y, con ello, (el número de espectadores que sintonizan a diario con la televisión en España ha disminuido en 2,6 millones, de 34,6 millones a 32,0 millones).

Lo cierto es que el consumo de televisión va directamente ligado a la fase del territorio analizado. La desescalada está siendo desigual y, por ello, los datos varían en según qué zonas.

Sin embargo, la televisión sigue estando muy bien posicionada, lo que es buena noticia también para el sector digital, pues está demostrado que este medio mejora la efectividad de las campañas en Facebook o Google.

Fuente: marketingdirecto.com

 

Si nos fijamos en redes sociales y consumo de Internet en general, la actividad sigue siendo elevada aunque hay variaciones. Por ejemplo, ya vimos que los influencers tenían publicaciones más caseras que nunca. Sin embargo, todos han vuelto ya a fidelizar a sus followers con contenido en restaurantes, cafeterías o tiendas.

Respecto a cifras, el consumo de Internet se va reduciendo poco a poco mientras pasan las semanas y el pico es cada vez menos pronunciado. Sin embargo, esto no es motivo de preocupación ni mucho menos, pues el uso de redes caerá tras la ausencia de confinamiento, pero lo hará hasta valores normales.

 

5.La inversión en publicidad se reactiva

Tras unos meses de capa caída para el sector, la desescalada trae algo de esperanza a la publicidad.

Estos meses de confinamiento, los anunciantes han optado por reducir sus presupuestos publicitarios o por reinventirlos en campañas sociales de generación de marca o carácter institucional.

Estos meses de desescalada, la presión publicitaria se mantiene o crece en televisión, en diferentes cadenas.

Mientras que en el ámbito digital, el último termómetro digital de IAB Spain sobre el impacto del Covid-19, muestra el mantenimiento de la inversión publicitaria como una de las cinco medidas más comentadas. Y es que ya no solo hablamos de la importancia de redes sociales para grandes negocios. Con el confinamiento, muchos pequeños empresarios han salvado sus negocios con la ayuda del social media para vender y distribuir género propio sin intermediarios.

 

 

Por último, pero no menos importante, hablar de desescalada es hablar indudablemente de la reactivación de la publicidad DOOH. Con la movilidad urbana, la publicidad exterior es una baza segura para muchas marcas.

Sin duda, la desescalada va a ser un proceso largo para todos, pues se trata de recuperar todo aquello que veníamos haciendo como ciudadanos, como empresas y como país.